Experimento social

Ayer pude ver un programa en el que se plasmaba la esquizofrenia televisiva: la televisión contra la televisión. En resumen, se trataba de un reality en el que a unas familias británicas con hijos pequeños les quitaban la televisión durante un tiempo. Las conclusiones a las que llegaron fueron varias, pero destaco las siguientes: la comunicación familiar mejoró, los hermanos comenzaron a jugar y disminuyeron las peleas entre ellos, los padres compartieron mucho más tiempo con sus hijos y éstos mejoraron en su rendimiento escolar... Es decir, la ausencia del aparato (o aparatos) de televisión significó una mejora para la convivencia familiar.
En este caso, los británicos van por detrás de nosotros. A esas conclusiones ya llegamos hace unos años en Tenerife, tras el paso de la tormenta Delta, cuando estuvimos sin corriente eléctrica una semana: conocimos lo que era la vida en familia, largas veladas jugando a juegos de mesa y comunicación a raudales. Está claro que Unelco-Endesa sabía lo beneficioso que sería para la vida familiar de los tinerfeños estar una semana sin electricidad, ahora confirmado por un estudio británico, y por eso se tomó las reparaciones con tranquilidad... Ahora me doy cuenta de lo equivocados que estábamos cuando protestábamos por la falta de luz eléctrica. Gracias Unelco.

Exposición de motivos

Es lo que tienen las resacas, el dolor hace que te replantees tu vida o, por lo menos, parte de ella. La resaca de la que hablo es la provocada por la victoria del F.C. Barcelona en la Champions. No es que me guste el fútbol ni que sea seguidor del barça, pero en mi isla, Tenerife, se ha celebrado como en cualquier barrio barcelonés y resulta curioso que, según se dice, los que mueven el motor de la economía de la isla son los otros, los contrincantes, los del Manchester... Me tomaré la fiesta pro barcelonista de ayer como un brote (¿verde?) de rebeldía hacia nuestros patrones ingleses, aunque en una tierra de botones nunca se sabe...